La música siempre ha sido una buena forma de relajarse, dejarse llevar por la melodía y transportarse a lugares insospechados. Aprender a tocar un instrumento, a su vez, ayuda a mejorar la coordinación, la concentración y la memoria.
Además, tocar un instrumento como la guitarra o el ukelele puede abrir muchas oportunidades para conectar con los demás, ambientar una velada, tocar en grupo, expresar sentimientos y emociones…
El ukelele es especialmente fácil de aprender, lo que le hace ideal para principiantes. Es un instrumento muy versátil y se puede tocar una gran variedad de géneros musicales.
El ukelele en la escuela
Los docentes destacan que es un instrumento versátil, ligero, agradable al oído y que cautiva a los niños.
«Es pequeño, portable, económico, fácil de aprender a tocar y ofrece muchas posibilidades para trabajar la música, lo que le hace adecuado para todas las edades”, afirman los creadores de Kunde Brand. Mientras que con la flauta dulce sólo podemos hacer melodías (notas simples), con el ukelele podemos hacer melodías, armonías (acuerdos) y percusión, a la vez que también podemos cantar.
Tipos de ukelele
Los más comunes de encontrar son: soprano, concierto, tenor y barítono.
También se han construido otros como los sopraninos (de menor tamaño al soprano), ukeleles bajos y banjolelas. Hay algunos ukeleles en versiones electroacústicas conocidos como ukeleles eléctricos.
Mientras el ukelele “concierto” tiene un sonido con más cuerpo y profundidad, los más pequeños, como el soprano, conservan mejor el tono brillante y exótico tan característico de Hawái.
Un dato para elegir el ukelele es que cuanto mayor sea el tamaño, más grave suena.
Anímate a probar!
Algo bonito de este instrumento es que podemos llevarlo a todas partes. Además, con muy pocos acordes podemos tocar muchas de nuestras canciones favoritas.
Eso sí, como con cualquier instrumento, es muy importante la práctica para incorporar sonidos y ritmos.
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Fuente: Ara Criatures
Fotografías: unsplash.com
